Una de las formas más comunes en que los portátiles se rompen, especialmente a largo plazo, afecta a la misma cosa que los convierte en portátiles: sus bisagras. La verdad es que las bisagras son piezas móviles, y las piezas móviles, nos guste o no, fallan con el tiempo. Ser cuidadoso te lleva lejos, pero en algún momento ocurrirá de todos modos. Y cuando ocurra, hay que saber qué hacer.
¿Qué hay que hacer cuando se rompe la bisagra del portátil? ¿Puedes repararla? ¿Debes utilizarlo así? Te explicamos los pasos a seguir.
Lo primero que debes hacer es dejar de usarlo inmediatamente. Dependiendo del modelo de portátil, la rotura de la bisagra puede ser un inconveniente menor o un problema catastrófico. Con la bisagra, podrías estar comprometiendo otros componentes importantes, como un cable de alimentación/vídeo para la pantalla. Por eso, para estar más seguro, no la toques. Apágalo.
Si el portátil ya está abierto, no intentes cerrarlo a menos que no tengas forma de llevarlo de otra manera, y si está cerrado, no intentes abrirlo. Usar la bisagra puede causar más daño a tu portátil y quizás incluso romper algo que no estaba roto antes.
2. Llévalo a un técnico
El siguiente paso es llevarlo a un técnico. Tiene que evaluar los daños y si las conexiones de la pantalla han sufrido algún daño importante como consecuencia de la rotura de la bisagra.
Puede ser tentador seguir usándolo así, especialmente si todo lo demás funciona. Pero el daño puede empeorar con el tiempo y acabar afectando a la funcionalidad de la pantalla, algo que probablemente no quieras. Por ello, probablemente quieras una segunda opinión al respecto.
Como dijimos en el paso anterior, no intentes abrirlo/cerrarlo sin la ayuda de un técnico a menos que sea absolutamente necesario. El único caso en el que eso estaría bien es si está abierto y cerrarlo es la única manera de poder llevarlo. Si necesitas hacerlo, asegúrate de tener mucho cuidado.
El técnico desmontará tu portátil, evaluará los daños y te informará de la viabilidad de la reparación. La mayoría de las veces, a no ser que haya habido daños en la propia carcasa del ordenador, no debería ser un arreglo excesivamente complicado.